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Bicicleta en el Certamen de cortometrajes Angelika

Mi corto autoproducido ‘Bicicleta’, del que ya os avancé un teaser, ha sido seleccionado para participar en el Certamen de Cortometrajes Angelika Cinema Lounge. Será proyectado dentro de una sesión de cortos el miércoles 17 de octubre a las 21.00 h. en el Angelika Cinema Lounge (Cava baja, 24, Madrid). Podéis ver la programación de la sesión aquí.

Espero veros por allí e intercambiar opiniones.

Por fin montaje definitivo de ‘Bicicleta’

Hace más o menos 12 meses reuní a unos cuantos amigos en un parque bajo un caluroso sol para rodar un pequeño y sencillo cortometraje. Un ocupado año después, tenemos montaje definitivo. Creo que, dados los escasos medios, ha quedado resultón.

Gracias a Pilar Salazar, Chiky Álvarez, Ximena García, Felipe García, Víctor Fernández Peñaranda, Aitor Alegría, María José Llerena e Inma Martínez.
Os dejo, de momento, con el teaser.

TEASER ‘BICICLETA’ from lmurilloarias on Vimeo.

Industria en coma

La actual crisis económica, unida a las decisiones en los recortes del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y al descenso progresivo que los cines están experimentando en la asistencia de público, han provocado que la industria audiovisual en España se encuentre en un estado catatónico: la de televisión y la de cine.

La subvenciones públicas a desarrollo de guión de largometraje y a la producción de cortometrajes han desaparecido. El dinero destinado a producir largometrajes se ha reducido al mínimo y el recorte en los presupuestos de TVE, junto con la decisión de repercutir el grueso de ese tijeretazo en la producción de ficción nos metieron en la UCI. No sólo la gravedad de esas determinaciones en sí, sino también el efecto dominó que provocó en la cadenas de televisión privadas, con Mediaset emitiendo un comunicado en el que iba a optar más por otro tipo de programas que por la ficción y Antena 3 reduciendo su presupuesto a la mitad. Y el remate ha sido la subida del IVA del cine del 8% al 21% en una medida sin precendentes, que nos tiene al borde de la muerte.

Resultado: no hay apenas trabajo. Numerosos profesionales con mucha o poca experiencia están en paro. Los del cine se unen a los que ya estaba en televisión con lo cual la competencia es mayor ¿Qué hacer? Existen varias opciones: reinventarse y cambiar de profesión, exprimirse para pensar proyectos baratos que las cadenas puedan aceptar en la nueva situación, sembrar ideas para cuando la economía esté mejor (parece que va para largo) o directamente emigrar a países emergentes de habla hispana.

Desde luego, la opción no válida es quedarse parado, inmóvil, mirando cada día a qué escalón asciende la prima de riesgo.

La importancia del subtexto

En el campo de la narrativa audiovisual existe una vieja teoría que dice que en el cine se sugieren los sentimientos y los pensamientos de los personajes, mientras que en la televisión de verbalizan. Aunque en parte sigue vigente, se ha quedado un poco obsoleta, puesto que las fronteras entre el cine y las series de televisión se han difuminado. Ahora, cuando escribimos una secuencia para una serie, tratamos de darle importancia al subtexto. Es mucho más difícil de escribir pero, al final, todo queda mucho más elegante. Es difícil porque te expones a que lo que quieres transmitir no queda del todo claro. Lo que sí es meridiano es que el subtexto es importante.

Traslademos esta práctica a un campo mucho más terrenal: el fútbol. José Mourinho, por ejemplo, es un macarra del texto, mientras que Pep Guardiola es un artista del subtexto.

Un ejemplo.

Después del partido de vuelta de cuartos de final de Copa entre el Barcelona y el Real Madrid, el entrenador portugués fue al parking del Camp Nou a esperar al árbitro. Cuando Teixera Vitienes apareció por allí, Mourinho le increpó:

«¡Como te gusta joder a los profesionales!»

Mourinho quería dejar claro que no estaba para nada de acuerdo con el arbitraje del colegiado y que pensaba que había perjudicado los intereses del Madrid y favorecido los del Barça. Lo dejó meridianamente claro desde el texto.

En cambio, Guardiola, después del partido del pasado domingo disputado en el Vicente Calderón, declaró en rueda de prensa lo siguiente con un tono sospechoso.

«No podemos ganar la liga, pero vamos a competir hasta el final»

Lo que en realidad el entrenador catalán quería decir es: «No podemos ganar la liga porque los árbitros no dejan de favorecer al Madrid». Pero como lo dijo Guardiola es mucho más elegante, como más simpático. Dónde va a parar. Entra mucho mejor, con vaselina. Incluso con olor a colonia. Pero a buen entendedor, y álgunos árbitros lo son, es suficiente.

Como en el cine y en las series de televisión, surgen imitadores. Por ejemplo, el Cholo Simeone, entrenador argentino del Atlético de Madrid, cuando llego a España lo tuvo claro y penso: «Tengo que hacer lo mismo que Pep». Por eso se pone las mismas corbatas que Pep y por eso filisofa en las ruedas de prensa en lo que ya se ha dado en llamar el «cholismo ilustrado». Y también trata de utilizar el subtexto. Lo hizo el pasado domingo, en la rueda de prensa posterior al partido. Declaró.

«No vamos a discutir si hubo penalti de Busquets o lo de Alves fue roja»

Lo que quería decir es: «Vale, hemos perdido, pero que sepáis que lo de Busquets fue penalti y debieron expulsar a Alves». Aunque es poco elaborado, como de primero de «subtexto», funciona bien. Es un clásico. Mucho más sutil que cuando Simeone era jugador y clavaba los tacos en las piernas de otros futbolistas.

Inside Job + Margin Call

A finales de 2007 y principios de 2008 hice un parón en mi carrera de guionista para participar como periodista en la puesta a punto y el arranque de Soitu.es. Allí conocí a la periodista Ana Cañil (@anarcanil), que ya tenía tras sí una dilatada carrera en prensa en el campo de la Economía. Por entonces, mi interés en la sección de Economía de un periódico era bastante limitado. Ana Cañil comenzó a decirnos a varios redactores que, si no nos gustaba la Economía, nos tendríamos que preparar porque en poco tiempo íbamos a tener que ponernos al día en terminos económicos a marchas forzadas obligados por las circunstancias.No le faltaba razón. Pocos meses después se desataba en el mundo la mayor crisis económica desde 1929, una situación que está afectando muy especialmente a España. Y, aunque todavía me falta mucho, me he puesto las pilas.

En este tiempo los profanos nos hemos visto sin quererlo familiarizados con términos económicos que pueblan los titulares de los medios como “prima de riesgo”, “techo de déficit”, “agencias de calificación”, “venta de deuda”, “hipotecas basura”, etc… Todo esto nos sonaba a chino hace poco.

En los últimos dos años se han estrenado dos películas fundamentales para entender la verdad de lo que está pasando, largometrajes que he podido visionar en los últimos días. Una de ellas es el documental ‘Inside Job’, en el que el debutante Charles Ferguson disecciona los motivos que llevaron al crack y desnuda casi hasta la autoinculpación a los culpables, los grandes hombres de los poderes fácticos financieros. La segunda es una película de ficción, ‘Margin Call’, dirigida por otro debutante: JC Chandor. Narra el momento en que una hipotética empresa de inversiones bursátiles descubre o asume que lo que ha vendido durante años es humo y decide dejar el barco antes de que se hunda. Cada uno que la vea, que interprete en qué empresa se basó Chandor.

Llama la atención que las dos mejores películas sobre la crisis económica hayan sido ideadas, escritas y dirigidas por dos cineastas debutantes. ¿Es que los consagrados no están interesados en el tema? ¿O es que no les interesa interesarse?

Ambas películas dejan de manifiesto varios conceptos, como, por ejemplo, la hipocresía y el cinismo de los grandes actores financieros de la crisis. Muchos no quisieron reconocer lo que estaba a punto de pasar y cuando no tuvieron más remedio que reconocerlo, decidieron escurrir el bulto y salvarse de la quema. Es decir, siguieron llenándose los bolsillos sin ningún escrúpulo a costa de la ruina de la mayoría. Otra idea que trasmiten es que nadie se hace asquerosamente rico trabajando honradamente y que, para conseguirlo, hace falta ser un verdadero hijo de puta. Dentro de los que trabajan en eso, los hay con más o menos escrúpulos o cargos de conciencia, pero, al final, todos se venden al poder del dinero, aún sabiendo que lo que hacen es moralmente reprobable. Dejan claros que existen dos tipos de personas: la gente real y ellos.

El becario de la empresa de ‘Margin Call’ gana 250.000 dólares al año. El jefe supremo, hizo el último año 86 millones de dólares. Uno de los jefes se gasta en un año 76.500 dólares en putas. Y el becario está especialmente obsesionado con cuánto gana cada uno de los jefes, dejando bastante claro cuál es su objetivo en la vida.

Dijeron que iba a refundar el capitalismo, que el sistema estaba obsoleto y tres años y medio después, seguimos con los mismos fundamentos, con una economía cada vez más desregulada y liberal, que acrecienta las diferencias entre los pocos que tienen mucho y los muchos que se han quedado con poco. Ambas películas dejan claro que los que nos metieron ni han dejado ni van a dejar de seguir haciéndose cada vez más asquerosamente ricos.

Recomiendo para estar al tanto de la actualidad política y económica de España el blog que coescriben Ana Cañil y Pilar Portero (@pilarportero): Tudosis.es

Chapero-Jackson

Uno de los nombres del panorama del cortometraje que más llama la atención es el de Eduardo Chapero-Jackson. No sólo es por sus apellidos, sino que sus tres cortometrajes han deparados buenas críticas y numerosos premios tanto a nivel nacional como internacional. Está de actualidad porque está punto de estrenar ‘Verbo’, su ópera prima, protagonizada por Miguel Ángel Silvestre y Verónica Echegui.

Como, por esto o por lo otro, nunca había visto sus cortometrajes y, aprovechando que tuve un rato libre, quise visionar su filmografía para hacerme una idea de lo que podía esperar de ‘Verbo’. Una de las cosas que más me llamaron la atención antes de verlos es que Chapero-Jackson había conseguido comercializar sus cortometrajes. Se exhibieron bajo una trilogía con el título de ‘A contraluz’ y se distribuyeron para venta en DVD. Es todo un logro para un cortometrajista.

Sus tres cortometrajes son ‘Alumbramiento’, ‘Contracuerpo’ y ‘The End‘, este último rodado en Estados Unidos y en inglés.  Los reúnen tres características: casi ausencia de diálogos, temática al límite (la espera de la muerte, anorexia o la falta total de agua) y capacidad para penetrar en la psicología de los personajes.

‘Verbo’ se ha proyectado en Sitges con buenas críticas. No sé cuál será el resultado, pero lo que si sé es que, al ver la obra de Chapero-Jackson, uno se da cuenta de que no está ante un cineasta convencional. Sólo por eso, quizá merezca la pena ver la película, aunque no os haya contado ni un dato sobre qué trata. Luego ya tendremos tiempo de arrepentirnos.

Closer

Qué película más controvertida, ¿verdad? Parece una de Almodóvar en el sentido de que la odias o la amas, pero no te deja indiferente. La vi en 2004 en el cine cuando la estrenaron y me hizo pensar mucho sobre ella en los días posteriores, tan posteriores que me hace pensar aún hoy. Es posible que me haya servido de inspiración en cierto modo en algunas cosas que he escrito.

Según Filmaffinity ‘Closer’ es una historia de pasiones, sexo, amor y abandono que involucra a dos parejas, con una situación que se complica cuando el hombre de la primera pareja conoce a la mujer de la segunda pareja. Lo cierto es que Closer habla, sobre todo, de personajes egoístas, gente que se mueve por el deseo, celos descontrolados, posesión, indefinición de sentimientos y, para ello, utiliza a dos parejas intercambiando a sus componentes. Yo creo que los que aman Closer lo hacen porque representa una parte de la vida muy real, la que corresponde a su propia vida. Y los que la odian, lo hacen por dos posibles motivos: o porque experimentan rechazo al sentirse reflejados en esos conflictos o, al contrario, porque son tan ajenos a esos conflictos que los consideran incomprensibles o irreales.

Tengo algunos amigos que consideran que Closer “es una película demasiado frívola que trata de pijos atormentados sin sentido”. El crítico de Filmaffinity dice que “nada resulta creíble: ni las situaciones, ni las pasiones de los personajes, ni sus motivaciones…”. La única crítica de un usuario que hay en la página en español de imdb también es negativa.

Sin embargo, también hay críticos que la alaban. Por ejemplo, Mirito Torreiro escribió en El País: «Tiene un excelente guión, lleno de diálogos inteligentes (…) suprema elegancia en el uso de las elipsis (…) El resultado final es una de esas raras películas que rezuman inteligencia por los cuatro costados, con unos actores, espléndidos todos». José Manuel Cuéllar, de ABC, dijo: «Cuchilladas sin piedad en nombre del amor. (…) Nichols vuelve a hacer una exhibición de garra, mano firme y dura en la narración, sin un atisbo de alivio para los protagonistas (…) El gran triunfador de la película es Clive Owen (…) Muy buena.»

Independientemente de si eres de los que la aman o de los que la odian, creo que es una película imprescindible, sobre todo para sentirse identificado con uno de los bandos, con el de los viscerales o con el de los racionales.

Y, siendo un poco frívolo, ¿quién tendría las cosas claras para decidirse entre la dulce, desconcertante, mentirosa y provocadora Nathalie Portman y la bella, sofisticada, elegante y talentosa Julia Roberts?

Almodóvar, blanco o negro.

Con el director manchego no existen los grises. Normalmente, o lo odias o lo amas. Generalmente lo aman más fuera de España y lo odian más en nuestro país. Aunque esto se extrapola también a sus películas que se suelen dividir entre las que son obras maestras y las que son auténtica bazofia. Lo que está claro es que sus cintas nunca dejan indiferente. Para algunos, este maremagnum de sentimientos tiene que ver más con lo que representa Almodóvar cómo persona (su actitud, su pose, sus declaraciones, su ideología política, incluso su homosexualidad) más que lo que es su obra en sí. Necesariamente es algo que debía ser diferenciado por razones obvias.

Fui a ver ‘La piel que habito’ el pasado fin de semana, el mismo que la estrenaban. Mis motivaciones para ir a ver la película eran varias: Elena Anaya, Blanca Suárez, el reencuentro en una película de Almodóvar y Antonio Banderas, el espantoso trailer y, fundamentalmente, el estar fuera de las conversaciones sobre la película durante la semana siguiente. Dejando de lado la fulminante crítica de Carlos Boyero en El País, el director está contento con las reacciones que ha suscitado la película tanto en los críticos como en lo que han manifestado los espectadores a través de blogs y redes sociales. Él muestra su satisfacción en el encuentro digital que mantuvo en rtve.es y en su entrevista con Iñaki Gabilondo.

Mi postura es más bien intermedia entre uno y otro. Pienso que la historia que Almodóvar cuenta es tan rara que me gusta, aunque, ciertamente, le veo agujeros. En mi entorno hay opiniones muy dispares, casi todas volcadas hacia ambos extremos. Posturas que podrían definirse de la siguiente manera.

Los que la odian dicen de ella que tiene diálogos bochornosos, que los personajes no son creíbles, que la historia del origen brasileño de los personajes interpretados por Roberto Álamo y Marisa Paredes no tiene ningún sentido, que las violaciones dan asco. También se dice que el segundo acto en realidad debía ser un primer acto porque no tiene ningún motivo para romper la estructura temporal de la trama. O que el giro que da el personaje de Antonio Banderas con respecto al de Elena Anaya no está justificado. Y, básicamente, dicen que Almodóvar ha perdido la cabeza y se dedica, sobre todo, al onanismo casero. Muchos, también, hacen suya la opinión de Boyero y afirman que la película, más que ser inquietante, provoca el bochorno.

Los que la aman destacan el preciosismo estético de la cinta, el universo especial creado por el director manchego, en el que entras y te crees hasta el más mínimo detalle, la construcción de unos personajes que te enganchan, las interpretaciones prodigiosas de Antonio Banderas y Elena Anaya, además del pequeño, pero bien defendido papel de Blanca Suárez. Incluso defienden la aparición en la película de Agustín Almodóvar, momento que, lejos de estar fuera de tono, sirve para destensar la sublime intensidad del film.

Lo que yo digo es que para gustos, colores, y que los colores de la Academia de Hollywood tienen un cierto toque manchego. A ver qué pasa en Marzo de 2011. De momento, la taquilla ha respondido bastante bien. Y, como dicen, si hablan de uno, aunque sea mal, todo está bien.

Películas de agosto

En estos diez días que llevo en Madrid sin trabajar, he dedicado cuatro a ir al cine, ya que sospecho que es una actividad que no voy a poder realizar en los próximos meses. Las elecciones de las películas se han basado en diferentes estados de ánimo y objetivos a cumplir. Os voy a decir, muy superficialmente, como siempre hago yo, qué me han parecido, por si os sirven mis opiniones para elegir qué cinta ver en vuestro cine más cercano.

Super 8

Como todo el mundo ha dicho, esta película bebe de ‘ET’, ‘Los Goonies’ y ‘Cuenta conmigo’. Todo metido en un frasco, mezclado y sacado como mejor se ha podido. Está claro, que, producida por Spielberg y dirigida por JJ Abrams, admirador reconocido de las películas ochenteras del primero, la cinta iba a ser un guiño a la gente de mi generación, buscando el éxito a través de la nostalgia. Y vaya si lo ha conseguido. Lleva en el número 1 de la taquilla española desde que se estrenó. La primera parte tiene todos los ingredientes previstos: amistad, fantasía, buenos efectos especiales, gran recreación de un pueblo estadounidense de 1979, interés por la historia. De la mitad en adelante, en mi opinión, aunque sigue entreteniendo porque no dejan de pasar cosas, se convierte todo en un despropósito supeditado a la exhibición de efectos especiales, perdiendo verosimilitud y lógica.

Buscando a Eric

Ésta la vi en la Filmoteca porque creo que ya no la proyectan en salas comerciales. Algunos de mi generación, que éramos fans de Ken Loach en tiempos de la facultad, con el tiempo se han cansado de él, de su feísmo y su fernandoleonismo. Yo no. Sigo siendo fan de esos barrios periféricos ingleses, de sus personajes desgraciados, de sus vidas grises y sus conflictos sociales. Bien es cierto que, como dijo un amigo con el que fui a la filmo, parece que Loach se ha dado cuenta de que no puede cambiar el mundo y ha decidido meter un poco de comedia, mezcla, la de la risa y la desgracia social, que ha salido muy bien. Os la recomiendo, si la podéis comprar en DVD o verla a través de plataformas digitales.

Lo contrario al amor

Fui a ver esta película al cine por tres razones. La primera de ellas porque llegué tarde a la sesión de otra película que quería ver en primer lugar. La segunda, porque vi el trailer y trataba un tema que me interesaba, el nuevo papel sexual que tienen las mujeres y cómo algunos hombres tienen dificultades para aceptarlo. Y la tercera, que he seguido la carrera como cortometrajista de su director, Vicente Villanueva, cuyas historias me habían parecido hasta el momento muy divertidas. Lo cierto es que la película no respondió a las expectativas. Tiene tres tramas, dos de ellas para mí demasiado fuera de tono y la historia de amor entre Adriana Ugarte y Hugo Silva es lo más decente y lo más interesante, excepto el final, demasiado a capón.

Amigos

Con esta película, en cuyo guión ha participado Borja Cobeaga, me reí mucho. Está claro que su objetivo es el puro entretenimiento y tiene un punto de partida muy divertido. Está producida por Telecinco Cinema y utilizan los programas de la cadena para reírse de ellos mismos y, por extensión, de su audiencia, cosa que, por otra parte, hace la cadena constantemente. Tiene un desarrollo divertido, puramente comercial, que funciona bastante bien. Otra vez falla el final, excesivamente abrupto para mi gusto.

Bye Bye 2010-2011 Hello 2011-2012

Sí, se acaba el curso y empieza, a partir de serptiembre, uno nuevo. ¿Es el momento de hacer análisis del curso pasado? Quizá no, pero es madrugada y no puedo dormir, así que algo tendré qué hacer. Sobre el futuro no voy a escribir, así que hablaré del pasado. Ha sido, podríamos decirlo, un curso puente. Después de tres años en ‘El Internado‘, el panorama en septiembre pasado se presentaba incierto y, casi sin darme cuenta, ha pasado un año.

Por el camino, un proyecto de serie en serio que quedó truncado tras cuatro meses de trabajo y varios intentos de proyectos que nunca cuajaron. Desde hace unos meses ando metido en algo que va para adelante (dentro de lo para adelante que se puede decir en televisión). Además, rodé un corto de guerrilla titulado ‘Bicicleta’ que está aún en proceso de postproducción.

Pero no  sólo de eso se nutre el trabajo de guionista, también está ese trabajo implícito de documentación e investigación que consiste en ver series y películas. Este año me he puesto al día con ‘Mad Men’, he descubierto ‘Juego de tronos’, ‘Entourage’ y ‘Modern Family’, he disfrutado con ‘Punta Escarlata’ y he visto otras muchas series a medias que están aún por terminar. Tengo ganas de que llegue la nueva temporada para ver las novedades. Este verano, por ejemplo, me he llevado una grata sorpresa al ver ‘Operación Jaque’, que, a pesar de que la audiencia no la ha respaldado a mí me parece una salto de calidad con respecto al resto de miniseries españolas.

En cuanto al futuro sólo puedo decir que tengo por delante el proyecto de mi vida y lo único que puedo adelantaros que se llamará ‘Sol’.