El último fenómeno de la televisión y, por extensión de las webs, los blogs y las redes sociales ha sido la guerra abierta entre Telecinco y Antena 3 con los estrenos de sus respectivas ‘Felipe y Letizia’ e ‘Hispania’. Los cambios de programación con sanción incluida a Telecinco se han sucedido como en una partida de dominó de manera vertiginosa, como lo explica en su blog Ana Mora, diseñadora gráfica y telemaníaca.
Personalmente, tenía muchas ganas de ver ‘Hispania’ y cero deseos de ver ‘Felipe y Letizia’. Así, como concepto, mola mucho más ver a Viriato y sus colegas combatir contra los romanos invasores que la historia de una pareja de la realeza que a los que les interesaba ya la siguieron por la televisión y las revistas del corazón.
Por eso, a las 10 en punto del lunes estaba frente a la pantalla con Antena 3 sintonizada. Tenía muchas ganas de que funcionase una serie sobre romanos y, sobre todo y mucho más, de que me gustase. Lo primero se hizo realidad, casi cinco millones de espectadores. Lo segundo, a medias. Ya he dicho varias veces que no me gustan los críticos (o aquellos que se hacen llamar críticos) así que no me voy a extender. Hice un comentario en Twitter que tuvo repercusión que quizá fuera un poco duro. Dije que la serie me parecía maniquea y que no me gustaban las interpretaciones y añado que encontré algunas incoherencias en el guión.
Pese a todo, soy consciente de lo difícil que es hacer una serie y, mucho más, una serie de romanos en España, así que desde aquí, felicito a los creadores porque han dado un paso muy importante: convencer a una cadena para hacer una serie de romanos, hacerla con muy buen ritmo consiguiendo que pasen muchas cosas, y logrando una audiencia tan importante. Es muy bueno para el resto de guionistas pensar que en el futuro se pueden hacer cosas diferentes aunque no seas tú (por mí) quién las vaya a hacer.
En cuanto al otro trending topic, #felipeyletizia, qué puedo decir aparte de que se ha convertido sin querer en la comedia de la temporada. No voy a aportar nada nuevo, lo que todo el mundo, que pensé que formaba parte de ‘La hora de José Mota’ o ‘Muchachada Nui’. Joaquín Oristrell, guionista y director, es, presuntamente, unos de los mejores guionistas españoles. Pero claro, casi siempre ha hecho comedia y se ve que no lo puede evitar.
Esta noche nos espera otra guerra catódica. El dilema es el siguiente… ¿Confiar en Viriato y en el orgullo nacionalista de Hispania (ahora que somos campeones del mundo) o fumar unos canutos mientras vemos Felipe y Letizia y nos desternillamos desde el más profundo odio nacionalista?
El Niño Melón 